Aunque hoy solo quedan ruinas y algunos restos de sus murallas, El Castillo de Benidorm sigue siendo un lugar emblemático para visitar en Benidorm. Situado en un promontorio entre las playas de Levante y Poniente, este sitio ofrece algunas de las vistas más espectaculares de la ciudad y el mar.
Las Murallas del Castillo son una parte viva de la historia de la ciudad. Aunque hoy en día solo queden algunos restos, estas murallas eran originalmente parte del castillo, que sirvió como fortaleza defensiva durante los siglos XIV y XV.
Además, encontramos su famoso mirador con unas vistas impresionantes, siendo ya un auténtico símbolo de Benidorm. El Balcón del Mediterráneo, con su balaustrada de piedra blanca y vistas al infinito azul, es el lugar perfecto para hacer una parada en la ciudad.