Enclavado junto al Paseo de la Carretera, el Hotel Fetiche ofrece una experiencia única en el corazón de Benidorm. Este encantador alojamiento, renovado por completo en junio de 2010, cuenta con tan solo 17 habitaciones, cada una diseñada para sorprender a nuestros huéspedes. Las estancias cuatricolores armonizan a la perfección con las paredes que narran la historia de la ciudad, adornadas con cautivadoras fotografías de los años 50, 60 y 70 capturadas por el renombrado fotógrafo local Francisco Pérez Bayona, conocido como "Quico".
En nuestras instalaciones, no solo encontrarás comodidad y encanto, sino también la rica historia de Benidorm. Nuestras paredes atesoran momentos cotidianos de la vida de los habitantes de la ciudad en décadas pasadas, antes de que los rascacielos transformaran el horizonte. Cada rincón del hotel está impregnado de autenticidad, ofreciendo a nuestros huéspedes una conexión única con la esencia de Benidorm.
Situado en una zona peatonal, el Hotel Fetiche brinda la combinación perfecta de una ubicación privilegiada y tranquilidad. A menos de 100 metros de la vibrante Playa de Levante, nuestros huéspedes disfrutan de la comodidad de estar cerca de las principales atracciones de la ciudad sin renunciar a la paz y serenidad que ofrecemos en nuestro acogedor rincón benidormense
El Hotel Fetiche Benidorm se enorgullece de haber sido distinguido con varios premios y galardones que reflejan nuestro compromiso con la excelencia y la satisfacción de nuestros huéspedes.
En el Hotel Fetiche, creemos que las experiencias compartidas hablan más fuerte que cualquier promoción. Descubre lo que dicen nuestros huéspedes sobre su estancia.
Calidez y Confort en el Corazón de Benidorm
Personal muy amable, bonita habitación con Android n TV y aire acondicionado/calefacción. Benidorm puede hacer bastante frío en diciembre, la habitación siempre estaba cálida. Excelente ubicación en el casco antiguo.
Excelencia en Todos los Detalles
Buena ubicación, muy limpio, excelente desayuno continental, toallas de baño grandes, no me puedo quejar de nada.